Por la causa de los jóvenes

Carlos A. La Rosa Lama

Desde siempre escuchamos decir sobre todo a las personas adultas, que “los jóvenes” “son el futuro del país”. No los jóvenes son el presente y el futuro de nuestro país que surge rebelde contra el statu quo que se resiste a dejar de existir y dominar la realidad nacional que por largos años ha correspondido a un país subdesarrollado, dividido y con pésimos estándares de discriminación y distribución del ingreso y de igualdad de oportunidades para el desarrollo.

Muchas personas, seguramente bien intencionadas algunos de ellos, exclaman, una y otra vez en comillas a sotto voce, en diversos foros y sobretodo en reuniones de “expertos de educación” y en el congreso de la República, que hay necesidad de asignar mayores recursos financieros en el Presupuesto General de la República para canalizarlos al mejoramiento de la calidad educativa. Pero la verdad cincelada con hechos y no reducida a palabras volátiles, es que desde que comenzó el lamento para incrementar el presupuesto público de educación no hay muestras de congruencia a pesar que el acuerdo Nacional haya aprobado y publicado que éste debe ascender al 6% del PBI año a año.

Los niños y jóvenes tienen el derecho a reclamar mas ingresos para tener acceso a una mejor educación e igualmente exigirle a funcionarios y políticos a no hacer malabarismos verbales, sino que se dediquen realmente a poner a disposición del Ministerio de Educación los recursos siempre ofrecidos pero nunca cumplidos para tener un proceso educativo formador de personas y profesionales dignos con ejercicio soberano de principios y valores, con competencias personales y laborales, decididos a trabajar por el desarrollo del Perú.

Los jóvenes egresados de sus centros de enseñanza superior universitaria tienen el derecho de disponer de oportunidades de cursos para trabajar de acuerdo a lo que han estudiado y no pasar a engrosar “la legión de desempleados y subempleados” con salarios por debajo de lo que sus necesidades y las leyes determina.

En una palabra, se requiere impulsar una campaña sostenida y de EDUCACION Y TRABAJO PARA LOS JOVENES DEL PERÚ